Rasguña las plantas del suelo con sus manos- Desentierra la misma tierra para encotrarla con la puta esperanza de que cambie de lugar, de que se mueva hasta allí abajo y aparezca tal vez un poco sucia, tal vez un poco lastimada, pero que aparezca.
Las insistencias siempre son en vano si se trata del amor. En el amor no hay que insistir, solo hay quedejar que insistan. Camina entre medio de los cactus que cuidó con suma paciencia aquel verano donde se murieron más familiares de los que tenía, se pincha a veces pero parece que ya no duele, que ya no siente. Sigue con la mirada perdida pero fija en eso que busca y otra vez vuelve a la tierra pero ahora la golpea. Llama. Toc Toc. Pam Pam. Nadie contesta ahi abajo. Ojalá q te suene la palabra mudanza.Ojalá que te suene la palabra lejos de vos. Ojalá algun día logres darte cuenta de quién tenía razon. De quién soy yo y quién es él. De quién es él y quién soy yo. En esto del amor no hay insistencias ni cambios. Volvemos siempre a lo mismo. Porque aunque yo haya cambiado, hola, soy yo. Porque aunque vos no hayas cambiado...claroooooooo que pelotuda!!! Vos no cambiaste- Ahí está el problema.
Claro...que pelotuda, bueno. No dije nada.
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