caprichosas tus manos de pianista ensangrentada
un colador de plastico amarillo
efectos especiales que desparraman tus virtudes por la cama
el cuerpo de un hombre que espera y espanta
tu boca que queda lejos de todos nosotros
el cigarrillo acoplandose a la boca
no sé si fue tu pelo o tu cintura
no sé si fue el olor o la amargura
el tacto del placer de hundirte en el perfume de mis huesos
las ganas de correr por un pasto aún más verde
sentir que nuevamente crecen alas por los almohadones
la luz roja y la amistad que por fin nos une
la ambiguedad en todas las cosas y en tu rostro
los numeros que son simpaticos conmigo
la plaza que es mi patio más grande del mundo
el tiempo que pasa y no vuelve porque no es necesario
la primitiva obligacion al escondernos de todos
los escudos que son de viento
las balas que rompen hasta las almas
el hambre de abrazos de todo un pueblo
la falta...
la falta de todo...
la falta de todo lo que tenemos y no
la falta de mi
la falta de vos
la falta de eso que te llevaste algún día que no recuerdo
la falta de memoria
las ganas de olvidar y de sanar
la falta de hospitales
que curen penas
la falta que me haces a veces.
y solo a veces para no ser tan carente de sentido
la falta de sentido
de todo
de todos
de mi
de esto que me pasa y escribo.
te extraño desubicadamente