Del caos de la mente nace
el hijo del desequilibrio y el placer
un feto tuerto que estira sus brazos saliendo de la hormiga, rompiéndola, dejándola desgarrada en el suelo para que una señora gorda que pasea a su perro, la aplaste
De la mente nace el caos, y después del caos ¿Qué viene? ¿El orden?
Mentiras.
Las flores dejan de ser hermosas cuando la gente pasa por al lado, las riega, las cuida, las planta, las saca, les extirpa la luz, les da comida, sur, norte, perdida. La gente está perdida, acá, en Mendoza, en los pueblos más lejanos del oriente. Todo está a punto de caerse. Yo soy solo una imagen que no refleja nada.
A veces, del desequilibrio y el placer, nace el caos, del placer, sobretodo, nace el caos. Hay que dejar de (puntos suspensivos).
No importa demasiado. NAda. Caos. Estamos tan bien asi, juntos.
Yo te necesito como la hormiga al desequilibrio, al agua, a las olas del viento. Al pasto que crece como vacas en la pampa. La sangre sobre tu piel hermosa. La luz que cortamos aquel día. La corriente que pasó dos segundos entre nosotros y logró lo que hoy será pronto el orden, mañana, tal vez, o no.
Sufro de vertigo al caminar, son las ganas inconscientes de morir de repente y que todos se acuerden de mi.
El dinero, el amor y por último el poder.
Todos quieren un poco de poder.
Yo solo pretendo un poco de orden.
No sabés todo lo que te perdiste.