Me enamorè la primera vez que la vi. Ella estaba escribiendo no se què y yo entrè al salòn con una sonrisa. Ella me mirò y me sonriò tambièn, se presentò, y desde ese momento supe que lo demàs iba a venir, con el tiempo, o no. Claramente, el " o no" no estaba entre las posibilidades. Pero si. ( aunque, claramente, no. Lo demàs iba a venir)Entonces, ahi empezò mi historia de amor, una nueva historia de amor, de esas que me invento en secreto para pasar el rato, de esas que sè que no duran, que son asi, tienen una fecha de vencimiento preestablecida al comienzo, como en una lata de tomate. Y entonces empezò el coqueteo, ese de mirarse y sonreirse, y mirarse y volverse a mirar, ese de pellizcar brazos, ese coqueteo que nos encanta y a la vez se nos hace eterno. El puto coqueteo que no nos lleva a nada màs que a un coqueteo. Y lo de siempre, ella tiene novio pero no sabe, ella tiene novio y lo ama y a la vez no sabe, y ella no sabe, y yo que ya estoy tan harta de esas que no saben que sigo con el coqueteo sabiendo que no sabe, y que si no sabe tiene miedo, y que si tiene miedo a mi me embola, y que si me embola la fecha de vencimiento llega solo hasta el coqueteo. Y me encanta esto de saber que cero onda y a la vez toda la onda. Que te cruzo y sè que te encanto y te haces la pelotuda. Y entonces llega el rechazo. De ese rechazo que les surge a las minas cuando tienen demasiado miedo, de ese miedo que las pone de mal humor y ya no quieren pellizcarte, y ya no quieren sonreirte, y ya no quieren mirarte, y ya no quieren haberte conocido , y quieren odiarte porque les despertaste una duda, una duda que es quizas, bastante existencial, bastante rompedora de estructuras, una duda bastante chota, màs si tenès algo asi como un cuarto de siglo y nunca en tu vida te habia gustado una chica siendo chica. Entonces de repente sin habernos ni agarrado de la mano, el amor se le transforma en odio, y ya no existe el coqueteo, porque ella obvio que tiene novio, y obvio que le encanta mi sonrisa pero no, no, no, claro que no. Entonces es ahi cuando empieza la mala onda total, de pasarte por al lado sin saludar, de no dirigirte la palabra porque vos, torta de mierda, sos la culpable de la puta duda que se le instalò a la mina en el cerebro, y ni siquiera te haces cargo, porque seguro que haces lo mismo con todas, hija de puta. Y te odia, de repente ella te odia, y vos que solo le sonreiste con la mejor onda y le hablaste seis horas seguidas en el msn, y la mina te vomitò media vida, y vos casi que ni le dijiste tu nombre, y quizas se sintiò un poco querida, un poco abrazada, un poco escuchada y se confundiò. Y claro, està bien, cualquiera se confunde. Entonces por què esa guardia tan en alto, por què esa bandera de casamiento y ahora que lo amas tanto a tu novio si yo nunca quise nada, si yo tan solo me habìa enamorado secretamente de vos para pasar el rato, si yo solo querìa abrazarte y pellizcarte al pasar, quizas para despuès acariciarte un brazo, o para que me rascaras la cabeza. Nadie dijo que nos ibamos a casar, ni a tener hijos, ni gatos, ni nada parecido. Quizas yo solo queria chuparte las tetas. Y vos tan mala onda, tan mala onda, que claro, la boluda fui yo. La lata de tomates ya estaba vencida, ya estaba vencida desde muchisimo antes.
