Despuès decìa que no le gustaban las mujeres. ¿Y la baba en la almohada? Anoche soñè con vos, me dijo, y yo estaba tan lejos que ni siquiera atinè a responderle el mensaje. Si soñaste conmigo seguro que estàs caliente conmigo. Vos sos de esas que piensa que porque hablo de "esas" soy una lesbiana machista misògina de mierda. Si, y ademàs de todo eso, soy una perversa, psicòtica fundamentalista, casi terrorista, grasa y nudista. Soy como el torrente en versiòn femenina y màs pequeña. Soy un torrente. Despuès decìa que no le gustaban las mujeres y se tocaba a la noche pensando en bombachas. Por suerte algunas cosas las descubrimos màs ràpido, me dice Antonio mientras chorrea leche por su cuello. Santiago apaga el cigarrillo nùmero veinte casi sobre la mesa. Andà a dormir san, tenès los ojos que se te salen. Y ahi nos dejò solas, nos miramos un rato, nos dimos la mano por si las dudas era solamente eso. Pero una lluvia de corazònes inundò la fàbrica y de manera absurda comenzamos a besarnos.
Tu amiga me cayò muy bien, le digo, mientras pienso que la cagada màs grande que me mandè hoy, fue no haberme traido ese chocolate enorme que habìa comprado mi vieja. Para esta noche tengo sopita y una casa para mi sola. ¿ Y si venìs a dormir conmigo?
