Des...c....om..p...osi...c..i...ó.n

Esa tarde había decidido no gastar un solo peso en ningún tipo de transporte. Aunque no puedo mentir, odio caminar, desde chica que odio caminar. No me molesta correr, pero caminar, esa espera constante de un paso a otro, de un pie a otro, de una rodilla que se mueve a otra, ese tema monótono de apoyar un pie y luego el otro sin sorpresas, lentamente , y eso de mover un brazo y después el otro por el tema del equilibrio, me mata. Siempre he envidiado a la gente que va a todos lados caminando, que no toma taxis, que de vez en cuando usa micros, por eso ese día me propuse como meta, no utilizar ningún tipo de ayuda motriz, y simplemente ir a todos lados caminando. Me quedé en mi casa mirando dibujitos animados porque a esas horas nada más interesante podés enganchar en el cable, salvo alguna película para mujeres en el canal cosmo, o algún cheff de botswana cocinando alcauciles con miel para copetín en el gourmet. Me entretuve con los padrinos mágicos aproximadamente una hora, esperando algún llamado que me hiciera sacar mi cuerpo del puff negro que tengo en la cocina, o quizás, para no ser tan pretenciosa, algun sms que me preguntara si estaba ocupada, si tenía algo que hacer, perfecta excusa para levantarme y contestar que NO, que no tengo ocupaciones mas importantes que leer/mirar tv/ tomar te/mate/comer/comer/comer y que felizmente aceptaría cualquier oferta, sea de quien sea, para sacar a mi mente y a mi cuerpo de paseo.Son esos días, justamente esos días que uno decide caminar y no gastar un puto peso en taxis, donde la gente no te ofrece nada, cuando nadie tiene ganas de ir a una plaza a mirar las nubes, cuando los chicos de city bell deciden dormir la siesta toda la tarde..y justo que hoy iba a caminar…vaya meta…vaya coraje ir caminando hasta city bell…pero no, justo hoy nadie me invita a ningún lado. Ustedes se lo pierden entonces.Camino sola, lo decido después de varios minutos…tomo coraje y en más de un movimiento me levanto del puff. Me acomodo un poco el pelo (casi imposible a esta altura del partido), agarro la campera, las llaves, el mp3(por supuesto) y salgo decidida hacia la plaza. No hay mucho coraje en mis pasos, no hay una meta tan grande, puesto que en esta ciudad las plazas están cada 6 cuadras…y justo a dos cuadras de mi casa tengo una- Como si lo hubiese planeado, como si el destino no fuera solo una cosa de brujos y de iglesias santificadoras del hombre y su hijo el señor Jesús, como si las casualidades fuesen hechas para este tipo de encuentros, y sólo la magia de la tarde te hubiese colocado ahí, casi fantasmalmente cerca de mí. Y te miré, en una maniobra casi circense apagué el mp3 que estaba en el volumen máximo, y vos pasaste por al lado mio, con la mirada hacia no sé dónde, dirigida hacia un lugar que no te permitió mirarme, y yo tragué saliva rápidamente, y escupí dos palabras en volumen 0 y no escuchaste…y me frené para que el ruido del pasto quizás, llamara tu atención y te dieras vuelta, y me miraras, y te dieras cuenta que soy yo, que hace tanto que no nos veíamos y que ahora, en este momento empiezo a extrañarte tanto, y te pido perdón por todo, y tengo ganas de abrazarte y de llorar, y de mojarte la campera hermosa que te pusiste hoy, y esa bufanda, también, que debe tener tu perfume…tu perfume que siempre me gustó tanto y nunca te dije, y me freno si, y vos seguís caminando como si nada, tal vez con el mp3 a todo volumen. Y veo como paso a paso estás más lejos de mi, tu figura se achica lentamente y yo sigo en el mismo punto fijo que antes para romper mi promesa de ir a todos lados caminando, de no gastar un puto peso en un taxi, de no revertir el final de la novela cuando yo soy la que la escribe…y te vas, caminando en dirección contraria hacia mi, como siempre, con los caminos cruzados en forma de ”x” perfecta…y freno el primer taxi que pasa libre. :-A la re concha de la lora por favor.