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miércoles, 30 de diciembre de 2009

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Hortencia se levantò temprano, no se bañò porque la esperaban a la una en Quilmes y eran la una menos cinco cuando despegò el segundo ojo de la almohada. Se pasò el dìa mirando tiendas de ropa cara que no tenìa ganas de mirar, y comiò tarta de puerro y queso en un lugar caro, tb, la moza era bastante simpàtica. Le dejò 4 pe de propina, le dijo feliz año nuevo, felicidades, felices pascuas, y la concha de tu re madre moza puta.
Cuando volviò a su casa ya estaba agotada, quizas mirar ropa la agota, quizas el puerro,el porro, no sè. Decidiò hacer unos mates y poner la dècima pelìcula del dìa. Estuvo haciendo pelìcula mate, pelìcula mate, pelìcula mate hasta que en el segundo punto de giro decidiò dejarla, mirarla de corrido, era francesa, un poco lenta, como todas las pelìculas francesas, (lentas para vos sudaca que vivis a quinientas mil revoluciones por segundo en tu culo) bueno, francesa, divinas, todas las chicas tienen el pelo corto, me encanta. Agarrò una mantita porque ya a las 7 de la tarde tenìa frìo, ( comè algo, de vez en cuando hace bien, te da calor) y de repente en los ùltimos 5 minutos de la pelìcula, llorò. Si, Hortencia llorò. Estaba indispuesta, pero llorò porque se acordò de algo. Se sensibilizò. La mamà escuchò que Hortencia lloraba y le preguntò: lloràs por la pelìcula??

Hortencia respondiò: si, unos hijos de puta, es re triste, re triste mal, y llorò un poco màs, y un poco màs, y un poco màs, hasta que se dio cuenta que la estaba flasheando un poco con el llanto y frenò. Subiò a su ex habitaciòn, una habitaciòn que en algun momento habìa sido muy suya y ahora le era demasiado ajena, como el ajenjo, y encontrò una carta debajo de su almohada.

La carta decìa lo siguiente:

Yo me limito señorita a contarle lo que sè, desde mi edad avanzada puedo decirle que usted es una mujer muy bonita, tiene ojos de sirena y piel de agua, su pelo es brillante como los camellos en el desierto y su sonrisa es casi como un rompecabezas de muchìsimas piezas. No diga usted que ya no habrà hombre que la ame ni la adore porque señorita, yo tuve muchas mujeres pero ninguna tan hermosa como usted. Tiene esas manos de bañera espumada que me dan ganas de llenarle los parpados de besos, y no se queje de sus arrugas que viviò unos años increíbles, o es que acaso no los recuerda? Lo que yo no permito es que no se quiera señorita, si usted, usted deberìa amarse como lo hacen las mariposas todas las horas de su vida, usted deberìa valorar que està sana, sana como las manzanas de su heladera, mono azul, le estoy diciendo yo que màs que una mujer grande parece una princesa. No se lo voy a permitir bajo ningùn punto de vista, que diga que le quedan pocos años de vida, pero por favor, si todavía no viviò ni la mitad. Es que señora usted no sabe porque no se anima a recordar aquellos momentos en los cuales bailaba señora, usted se olvidò de bailar, dejò de reir, dejò de disfrutar los rayos del sol pensando en la soledad que usted està queriendo vivir. Señora por favor, sonrìa. Sonrìa todo el tiempo todos los dìas, sonrìa cuando quiera llorar, despuès llore señora.Viva, señora, viva.

(¿?) andà a saber........... què se yo............. casi que se termina el año, y te deseo lo mejor, a todos, a todos, de verdad, hortencia se sensibilizò.

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