polillas

Otra vez acá?:- le preguntó su espejo.
Sí, contestó Miriam. Quiero convencerme de que soy la mujer más linda del mundo. Quiero enamorarme de mi un poco. Quiero mirarme y verme hermosa, hola de nuevo espejo. Estoy tan sola.
La casa estaba llena de polillas. Varias veces Miriam las había confundido con tucas, tiradas en el suelo.
Sos una drogadicta de mierda loca, es asi, sos adicta a la droga.
Otra vez acá? Preguntó el espejo después de ver la cara de Miriam reflejada en él.
Si espejo de mierda, quiero verme la cara de drogadicta. Quiero enamorarme de mi drogadictez, quiero verla linda puesta en mi. Quiero mirarme yo y solo yo. Me voy a quedar encerrada acá para que nadie más pueda verme.
La espalda le crujió como una puerta vieja. Los huesos. Fuck,debería tomar leche.
No se trata de comprender lo que tenemos, sino de aprender a vivir sin ello.
Otra vez acá?....No sé qué hacer.Los duelos me aburren. Igual ayer lloré como un cerdo y pude dormir.
La casa estaba llena de polillas, de polillas enormes y Florencia quería matarlas a todas. Cada vez que veía una polilla gritaba, gritaba como si las polillas parecieran mosntruos inmensos, gritapa porque no entendía por qué habían pasado 4 horas y no paraba de reirse. Miriam, en el fondo, la quería un poco. Miriam quería a todo el mundo.
Otra vez acá Miriam? Si, es que, en realidad espejo....no me gusta mi nombre.