sigo con el alma con olor a vodka, y ella que dice que no toma alcohol, a veces la noche tiene que pasarse ràpido, fugaz, antes de que un soplo de aire frìo nos pegue en la realidad, la realidad de sentirse vacìo sobre el agua, la realidad de un domingo frìo pero de sol.
Sigo con olor a humo en el pelo y no tengo ganas de bañarme. Te llama un amigo y te invita a su casa. Decis que si, con la depresiòn en las venas, y en el primer mate todo parece estar en perfecto estado. Volvimos al estado del cual partimos. Siempre volvemos a este estado de filosofìa barata, donde las manzanas verdes sirven para secar el aliento, donde los animales son corazones con patas y los celulares son aparatos traicioneros hijos de re mil puta. ¿Què estàs esperando? Dice que tiene frìo y Emilio le ofrece un buzo. :-Agarrà alguno de mi pieza.
Aparece con cara de nada y se sienta en la mesa a picar un poco de marihuana.
Sabìa que te ibas a poner ese buzo, dice Emilio. Fuiste a la pieza y sabìa que ibas a salir con ese buzo.
Y si. Algunas cosas nunca cambian mi amor.
Delirio, pero de Ximena Sariñana. Una patada en las tripas. Pero bien, bien, vamos bien.
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