para que no me comiera el dulce de leche pegado en el suelo
ni se juntara con sus amigas
las charlatanas
que llevan y traen hojitas a su casa.
pisè a la hormiga para que no me hiciera rancho
abajito del escalòn,
ni trepara dulcemente cargada de semillitas
hasta la rejilla.
tambièn
matè al grillito
que cantaba dulce abajo de la cama
para que no me molestara
porque mañana trabajo.
porque èl no entiende
que a veces me aburren sus serenatas
de bichito bandido
que canta, que canta.
lo aplastè con la sandalia,
de un golpe mortal y veloz
aunque quedò moviendo su patita
como diciendo
cantarè hasta el final
no sentì piedad, nunca siento piedad.
matè a la arañita
que despacio caminaba
por la esquina del techo,
allà lejos
sin molestar.
pero esta vez,
fui màs sanguinaria
màs macabra
màs voraz
esta vez
agarrè un palito
y movì toda su tela
y despacito
de a poquito
fui enrollàndola lentamente
como diciendole
esto tambièn es mìo
asquerosa arañita
y por màs que no molestes
te saco tu casita
tu tiempo
tu comida
porque matè a todos tus otros amiguitos.
y acà nadie tiene ventajas.
mañana
matarè un par de palomas
que pululan por allà
porque hacen caca
y quizàs
tambièn
mate
a un zorro.
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