me lavo las manos

El otro día me puse a meditar, cosa que hago muy seguido, en el estilo de las cosas que escribo. Alguien, recuerdo, me preguntó qué escribía. Yo lo definí como "giladas", ni cuentos, ni ensayos, ni poemas, ni novelas, esa estructura más bien de la era internetística, ese "copete expandido" que suele ir debajo de las fotos, alguna reflexión marihuanística, mayormente escribo quejas, anécdotas intrascendentes. No sé, "no tengo un estilo". Y ahi estalló una bomba en mi cerebro...el tema de las palabras ¿no? A mi me gusta que salgan, no me detengo a pensar demasiado. Quizas si corrigiera, si leyera y releyera, los textos serían más interesantes, mejor escritos, mas concretos, pero no. Es un diario intimo vomitado en vivo y en directo.Esto que escribo lo escribo tan sólo porque abro el blog y me detengo a pensar unos minutos. Es como una necesidad y a la vez un ejercicio, quizás algún día, de tanto escribir salga algo lindo. Mientras tanto hago casi todos los días algún ensayo para que algún día de tanto ensayo nazca una flor. Algo que me conmueva, algo que me diga algo. La mayoría de las veces no digo nada, pero lo digo. Es como que ni siquiera se me cuela una idea y solo conjugo verbos y palabras en un inconsciente que yo solo comprendo. Tengo que hacer un ensayo para filosofía ahora, algo asi como esto que hago pero seriamente. Odio hacer comparaciones, las odio y ahora que me leo, todo el tiempo las hago. Me gusta más esto de darse cuenta de las cosas mientras uno las dice o las escribe. Me gusta contradecirme en un mismo texto muchas veces. Soy una persona contradictoria sólo porque busco el equilibro. Busco esa fuión de horizontes en mi cerebro. Lean el horóscopo de libra y van a ver. Hace poco me di cuenta que cuando tengo alguna canilla cerca, me lavo las manos. Por suerte en media hora tengo psicóloga.