No es.

Esta bien. Por qué no. Las armas de seduccion sirven a veces para violentar a la gente, para matar a cualquier bípedo con un corazón y cuatro aurículas. El tiempo con el que disponemos nunca alcanza, nunca termina y nunca para. La noche es ventana casi cerrada, el viaje es una sombra de tu pelo más negro dividido en cuatro partes, separada por barrotes y vos estás adentro y yo afuera. Y vos sonreís mientras yo miro casi petrificada hacia arriba, hacia lo más alto, hacia mi balcón sin balcón que ya no es mío. No puedo hacerte a un lado. Ni siquiera puedo hacerte. No puedo deshacerte y eso es lo más triste. Me detengo a escuchar las ambiguedades de la gente que habla y que no dice. Que uno puede ser infeliz si no está con al persona correcta. Y qué es lo correcto, quién es la persona correcta. Está bien. Porque no.
Porque el destino escrito en un papel negro se hace ahora. Ahora. no sé. Está bien. Por qué no.